El origen de la fiesta de Todos los Santos data de una
orden del Papa Gregorio III, que transfirió la fiesta de la Stma. Virgen y de
todos los Mártires, establecida por Bonifacio IV al consagrar el panteón romano
donde se veneraba a todos los dioses de la antigua Roma, al primer día de
Noviembre.
La Roma pagana observaba el fin del año el 21 de febrero con una fiesta
llamada Feralia, en conmemoración de los difuntos. Con la cristianización del
imperio, la Iglesia reemplazó las prácticas paganas por cultos cristianos
consagrando el templo romano que el general y aliado del emperador Octaviano
Augusto, Marco Vipsanio Agripa había erigido en honor de Júpiter como
consecuencia de la batalla naval de Accio en la que venció a Marco Antonio.
Llamó Agripa a este templo Panteón, esto es , Casa de los Dioses, al venerarse
en el toda la pléyade de dioses de la antigüedad. Cuando se cristianiza el
imperio, los huesos de los cristianos muertos en las catacumbas romanas,
pasaron a ocupar este templo, recibiendo la consagración eclesiástica de Todos
los Santos el 13 de Mayo del 609 o 610, año en el que el Papa Bonifacio IV lo
consagra. Así se inicia la fiesta de todos los santos. Posteriormente el Papa
Gregorio III la transfirió al primer día de Noviembre y Gregorio IV la extendió
a toda la Iglesia.
En Cádiz el nombre de esta fiesta y por natural práctica de no hacer más
largo lo innecesario se determinó en llamar Fiesta de Tosantos, que el buen
lector entenderá que tampoco deja a ninguno fuera a pesar de la racional
contracción.
Este día los scouts traerán frutos secos y harán una comida compartida.